Como en la visita del Milan, el Madrid resolvió el partido en dos zarpazos. El primero lo dio Ricardo Carvalho, que hizo un gol insólito en un central, entrando en la defensa rojiblanca como un cuchillo para alojar el balón con suavidad en la red. El Atlético aún no se había repuesto del disgusto cuando Özil lanzó una falta que hizo dudar a Reyes y De Gea. 19 minutos bastaban para prorrogar la secular maldición del derbi.
Carvalho, marcó el primer gol blanco |
El Madrid se llevó el duelo vecinal, lo que no es noticia. Lo hizo sin jugar excesivamente bien, lo que puede serlo, porque el equipo estaba creciendo partido a partido. En esta ocasión no necesitó sacar lo mejor de su repertorio, aunque la jugada del 1-0 resume algunas de sus nuevas señas de identidad. Todo se decidió en una briosa recuperación de Carvalho, favorecida por un golpe de teatro de Reyes ante Xabi Alonso. El central portugués fue con todo arriba. El balón, tras pasar por Higuaín y Di María, se filtró hasta las botas del defensa. Estaba solo ante De Gea, al que batió con suficiencia.
El gol premió, quizá excesivamente, un enérgico arranque del Madrid. Casi todo el peligro llegó por la banda izquierda, el filón de Marcelo y Cristiano. Curiosamente, el Madrid mató el partido en una colada del luso por el otro costado. Domínguez le frenó con un pisotón muy feo, casi en el pico del área. La falta la botó Özil, con la idea de ponerla en ese terreno en el que siempre dudan los defensas. Dudó más un extremo como Reyes, que hizo como que iba, al final no fue y dejó seco a De Gea, que vio el balón entrar manso en su portería. 2-0, minuto 19. Cuatro más de lo que aguantó en pie el Milan.
El partido había acabado para casi todos, menos para Sergio Agüero. El Kun firmó una actuación memorable. Fue un dolor de muelas para todos los defensas del Madrid, a los que retó una y otra vez, pero tuvo la peor compañía posible. En vez de Forlán, Reyes o Simao, casi siempre coincidió con Casillas. El portero del Madrid sacó tres balones de gol en el primer tiempo, uno de ellos en colaboración con un enorme Carvalho. El segundo ocurrió justo antes de que el Kun tocara sobre la mano de Xabi. Penalti claro. Pudo haberlo también en un cruce de Simao sobre Di María. El argentino sobreactuó y lo echó a perder.
Desconexión
El descanso arrancó con una tremenda volea al poste de Higuaín. Después, un cuarto de hora de absoluta caída de tensión. Más o menos hasta que Ramos metió en un lío a Casillas con una cesión absurda. Del córner posterior surgió el disparo al palo de Forlán, la única aparición del uruguayo en el Bernabéu.
Pese a la rebeldía de Agüero, ahí acabaron definitivamente las opciones de su equipo. Chamartín, a medio gas, como los suyos, se dedicó a disfrutar de la solvencia defensiva de Carvalho, de la exuberancia de Marcelo y de la zurda de Özil. El partido acabó convertido en un carrusel de ocasiones blancas, pero la escuadra de Mou volvió a perdonar en exceso. No es la primera vez en la temporada. Dio lo mismo. Al final del bucle, el final de la historia fue el mismo de siempre.
Se ha de destacar la espeldinha que hizo Cristiano ronaldo:
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Crónica hecha por: http://www.marca.com
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