miércoles, 13 de julio de 2011

Cuatro cositas que no sabías de Coentrao

Fabio Coentrao ha sido el último jugador en ponerse la camiseta del Real Madrid. Ha costado 20 millones de euros y el traspaso del jugador Garay, al que se valora en 10 millones de euros, lo que hace un total de 30 millones, teniendo en cuenta que Neymar o el Kun Agüero cuestan 45 millones de euros nos parece un precio excesivo por mucho todocampista que sea, ya que en principio, y decimos en principio, viene a cubrir el puesto de lateral zurdo que está ocupado por Marcelo.

Además de que el Benfica nos haya tomado el pelo vendiendo al luso por treinta millones, tenemos que sumar su caracter algo "especial". A continuación una serie de anecdotas vistas en BarDeportes sobre el futbolista:
  • Primer capítulo del anecdotario Coentrao: LAS MUELAS PARA EL DENTISTA. Uno de los pocos días que tenía opciones para jugar en el Zaragoza, cogió Fabio y se marchó un viernes al dentista. Le rabiaban las muelas. Marcelino lo iba a poner y cuando fue a la concentración:¡sorpresa! A Coentrao, que no había informado a médicos del club, le habían metido un torbellino de medicamentos que daban positivo: se fue a la grada 
  • Segundo capítulo del anecdotario Coentrao: REDADA EN LA PISCINA: Esta es la más sonada. Coentraro, que se trajo a Zaragoza a dos primos -¡¡Y qué primos!! - montó un festival en la piscina de una urbanización. Ya se sabe, madrugada, despilfarre, alguna paisana... Aquello acabó ...con la policía tomando el lugar. El club se enteró y le metió 6.000 euros de multa a Fabio. Apenas había comenzado la Liga. 
  • Tercer capítulo del anecdotario Coentrao: VOLUNTARIO FABIO. Empezaba un entreno a las 10 y el gran Coentrao apareció allí a las 10.15. Nuestro amigo se bajó de su Alfa Brera negro y se metió en el vestuario con retraso mientras algunos compañeros ya se entrenaban. Dentro del vestuario, esperaba Marcelino, quien le dijo a Coentrao que ese día el entreno era voluntario ¿Sabéis qué pasó? Fabio se dio la vuelta y se metió en el Brera negro. Es decir, el crack llegó tarde a un entreno voluntario y como no lo sabía se fue. 
  • Capítulo cuarto del anecdotario Coentrao: FABIO-INDEPENDENCIA. Entrenamiento del Real Zaragoza con la debida charla. Un corro rodea a Marcelino mientras imparte doctrina. Los jugadores escuchan. ¿Todos? No, hay uno que está diez metros más allá del grupo a su bola pasando, independiente, y haciendo gambetas y taconcitos.A todo esto, Marcelino se gira, lo ve, suspira y sigue con la charla. Sí, era Fabio.

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