El Real Madrid luchó como nunca pero no obtuvo el resultado esperado. Los de Mourinho salieron a matar el partido en la segunda parte, tirando de casta y acometiendo una y otra vez contra el Deportivo, pero no pasaron del empate a cero. Volvemos a estar a 7 puntos del Barcelona.
La puesta en escena fue similar a la de otros pinchazos blancos. El Madrid salió a jugar al trote, fiado en su teórica superioridad. Una superioridad que, en el primer tiempo, apenas asomó. Como pasó ante Osasuna, Levante y Mallorca.
La segunda parte fue diferente, el Madrid no paraba de generar peligro y vio hasta en dos ocasiones el palo de Aranzubia, uno de Cr7 y otro de Adebayor. Benzemá también tuvo su oportunidad y falló casi a portería vacía. El partido era nuestro... Pero el tiempo no corría a nuestro favor. Además los centrales del Deportivo parecían dos infranqueables muros parando todos los balones...y lo que no eran balones.
En los minutos finales del partido, el Madrid llegó a jugar con tres centrales y con Benzemá, Di Maria, Cr7, Adebayor y Özil en la delantera.Y aún así no la metimos. ¿Qué nos pasa ultimamente?
Hicimos lo que pudimos pero no ha podido ser... Ahora no toca más que esperar y confiar en nosotros mismos. Y que el Barça deje de pisar el acelerador.
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