Desde la llegada de Mourinho al Real Madrid, se dice del equipo merengue es uno de los más letales al contraataque. Una calidad innegable del cuadro madridista gracias a la capacidad de saber esperar y saber presionar a los rivales, así como por los jugadores técnicos y rápidos de medio campo hacia arriba como Xabi, Kaká, Ozil, Di María, Ronaldo o Benzema.
Ya el año pasado dio sobradas muestras del veneno que tiene a la contra, pero es que en la presente temporada son aún más evidentes las exhibiciones del poderío y la pegada que atesora arrancando desde su propio campo en arrebato. Y el mejor ejemplo llegó en el partido ante el Ajax, donde el primer gol podría pasar como un ejemplo del manual para jóvenes jugadores.
El Ajax atacaba en estático al Real Madrid. Sergio Ramos le roba el balón en la esquina del área propia a Boerrigter cuando éste le encara, y desde ahí se monta el contraataque. El balón pasó por Ozil, Ronaldo, Kaká, Ronaldo de nuevo, Ozil, y Benzema hasta llegar a los pies de Cristiano para que fusilase a Vermeer. En total, intervienen cinco jugadores merengues dando sólo once toques hasta el gol, para sortear así al menos a siete jugadores ajaccied. ¡Y en apenas dieciséis segundos!
Toda una oda al fútbol de contraataque ejecutada a la perfección, y con una plasticidad además realmente embaucadora. Sin embargo, aunque este tanto es el mejor exponente posible del fútbol de contraataque de este Real Madrid, no es ni mucho menos el único. El 45% de los goles que ha marcado el Real Madrid esta temporada son a base de contragolpes y electricidad.
Dentro de todos esos goles, destaca por ejemplo el cuarto en La Romareda, anotado por Ronaldo. Fue el mismo jugador portugués el que inicio la jugada en su propio campo, y después de que el esférico fuera de banda a banda pasando por los pies de Benzema y Di María, Cristiano remachó a gol haciendo de alfa y también de omega en el contraataque. Otra jugada espectacular fue el del partido ante el Villarreal.
Y cómo no, destaca también el partido ante el Rayo Vallecano, donde cuatro de los seis goles nacieron en jugadas a la contra. Dos de esos tantos llegaron de penalti, pero eso sí, en acciones que venían precedidas de un contraataque, lo que supuso nada menos que el 66% de los goles anotados ante el conjunto de Sandoval llegó a la contra.
Un porcentaje más que notable que viene a demostrar el poderío al contraataque que padece este Real Madrid. De hecho, por muchos halagos que le demos a este sistema de juego, hemos de reconocer que el equipo de Mourinho ha sabido despegar, por fin, el juego de toque y de bandas, abriendo un amplio abanico futbolistico que ni el mejor Barça de la historia dispone. Esperemos que el Madrid llegue a este nivel hasta el Clásico y demostrarles de que estamos hechos.
Ya el año pasado dio sobradas muestras del veneno que tiene a la contra, pero es que en la presente temporada son aún más evidentes las exhibiciones del poderío y la pegada que atesora arrancando desde su propio campo en arrebato. Y el mejor ejemplo llegó en el partido ante el Ajax, donde el primer gol podría pasar como un ejemplo del manual para jóvenes jugadores.
El Ajax atacaba en estático al Real Madrid. Sergio Ramos le roba el balón en la esquina del área propia a Boerrigter cuando éste le encara, y desde ahí se monta el contraataque. El balón pasó por Ozil, Ronaldo, Kaká, Ronaldo de nuevo, Ozil, y Benzema hasta llegar a los pies de Cristiano para que fusilase a Vermeer. En total, intervienen cinco jugadores merengues dando sólo once toques hasta el gol, para sortear así al menos a siete jugadores ajaccied. ¡Y en apenas dieciséis segundos!
Toda una oda al fútbol de contraataque ejecutada a la perfección, y con una plasticidad además realmente embaucadora. Sin embargo, aunque este tanto es el mejor exponente posible del fútbol de contraataque de este Real Madrid, no es ni mucho menos el único. El 45% de los goles que ha marcado el Real Madrid esta temporada son a base de contragolpes y electricidad.
Dentro de todos esos goles, destaca por ejemplo el cuarto en La Romareda, anotado por Ronaldo. Fue el mismo jugador portugués el que inicio la jugada en su propio campo, y después de que el esférico fuera de banda a banda pasando por los pies de Benzema y Di María, Cristiano remachó a gol haciendo de alfa y también de omega en el contraataque. Otra jugada espectacular fue el del partido ante el Villarreal.
Y cómo no, destaca también el partido ante el Rayo Vallecano, donde cuatro de los seis goles nacieron en jugadas a la contra. Dos de esos tantos llegaron de penalti, pero eso sí, en acciones que venían precedidas de un contraataque, lo que supuso nada menos que el 66% de los goles anotados ante el conjunto de Sandoval llegó a la contra.
Un porcentaje más que notable que viene a demostrar el poderío al contraataque que padece este Real Madrid. De hecho, por muchos halagos que le demos a este sistema de juego, hemos de reconocer que el equipo de Mourinho ha sabido despegar, por fin, el juego de toque y de bandas, abriendo un amplio abanico futbolistico que ni el mejor Barça de la historia dispone. Esperemos que el Madrid llegue a este nivel hasta el Clásico y demostrarles de que estamos hechos.
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