El Real Madrid llevaba ya días jugando con fuego. Ante el Getafe parecía que iba a caer una goleada blanca, y al final acabamos pidiendo la hora. Lo mismo pasó ante el Sevilla, que nos puso en muchos apuros y no mencionar al Villarreal, que casi da la sorpresa en la casa blanca.
Todo nuestro fútbol se basa en pequeños chispazos en el área contraria. Es decir, todo el peso futbolístico cae solamente en las botas de Özil, Di Maria y, sobre todo, Cristiano Ronaldo. Nada más. Hablando en el campo, la diferencia entre el Barcelona y el Real Madrid es abismal, pero la clasificación en la tabla de la LigaBBVA nos muestra que los "Culers" están a solamente 4 puntos de nosotros. Algo normal en cualquier liga del mundo. Excepto en la nuestra.
La Liga española se divide entre dos Colosos dorados y 18 equipos más, de éstos, se puede destacar a un Valencia que no puede contra los grandes, a un Villarreal y un Espanyol dando la cara, y a un Sevilla generando decepciones. Pero por mucho que tengan su mejor día, el Barça y el Madrid son incomparables con ellos.
El Real Madrid lo único que tiene es pegada, y ésta, siempre depende del "7". Cristinao Ronaldo acostumbra a solucionar los problemas a su manera, pero esta vez no pudo hacer nada. Lo intentó, pero el mundo del fútbol quiso darle una verdadera lección al Madrid estrellando la pelota en el poste en el minuto 94. Estamos jugando con fuego, y al final nos quemaremos de verdad.
Yo simplemente me lo tomo como un aviso, algo que mejorar. Pero tenemos que espabilar si este año queremos ganar algo, y más con el mejor Barça de la historia.
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